Bajo mi sombrilla
by Luisa Ricart
Si hay algo que mola mucho en los hoteles Concept y su Googie style son las retro sombrillas (e Instagram nos da la razón).
«Diseñamos y producimos la mayoría de nuestro interiorismo. Era una pena no hacerlo con este elemento bastante olvidado”, presume Diego Calvo, CEO de Concept Hotel Group. “Además es guay que los clientes que se alojan con nosotros puedan llevarse a la terraza de sus casas un pedacito de los recuerdos que viven aquí, en Ibiza”, afirma.
Desde Stories, hablamos con Albert, fundador de Lobster’s day, especialistas desde hace más de diez años en mobiliario de exterior, para que nos explique cómo afloró la idea. La aventura empezó con el estudio de arquitectura Ilmiodesign como intermediario y… ¡Voilá! Surgió el crush.
“Yo diseño para que mis muebles estén en sitios así –refiriéndose a los hoteles Concept– y creo que deberíamos conocernos, le dije a Diego. Y es que me di cuenta de que teníamos códigos estéticos muy similares”, narra con un cóctel en la mano.
Primero, y conjuntamente, se pusieron con los parasoles del hotel Romeo’s, y poco tardaron en llegar las reuniones para dar con un moodboard que les inspirase. Había imágenes de los 50, 60 y 70. Fotografías de Slim Aarons (si no te suena, googlea, te va a pirrar); tanto de la Dolce Vita italiana como de Palm Springs; la casa de Sophia Loren, el mítico retrato de Marilyn Monroe jugando con una umbrella roja y fondo índigo. ¡Seguro que te acuerdas de la actriz con ese favorecedor bañador culotte blanco!
Bien, a raíz de crear un briefing por hotel –pues cada uno tiene una personalidad distinta–, consiguieron ir definiendo los diseños que posteriormente llevaron a la realidad. Siete hoteles, y ya seis modelos distintos de parasol.
Al de Romeo’s, en blanco y rojo, lo han titulado White Stripes, en un guiño a la banda de rock de los hermanos White. Al de Tropicana, con sus flecos bailarines y su tono salmón, Dolly Parton. El de Paradiso, en un rosa pastel y acabado dentado, se llama Paradisol. Por su parte, el de Cubanito, en naranja, Quitasol (sombrilla, en cubano). El de Grand Paradiso lo conocerás como Mrs. Anderson (sí, por Wes, el director de cine). El de Dorado, Maremoto, ya que está cerca del mar. Y eso se traduce en sus colores, blanco y con un ribete turquesa en forma de oleaje. En breve, saldrá a la luz el de Grand Paradiso.
Ahora, ¿es más caro producir bajo pedido? “Las cosas a medida y al gusto de uno siempre tienen un precio. Es como ir al sastre a que confeccione un traje adhoc en lugar de comprarlo ya hecho. El primero, será más afín y sentará mejor. Pero también disponemos de un catálogo”, comenta Albert.
Y les está funcionando a las mil maravillas porqué asegura que han visto incrementar la demanda. “Nuestros inicios fueron con muebles para el exterior. Era cuestión de tiempo que diésemos el paso a los parasoles. Considero que no se estaban explotando bien. Hace ya tres años que lanzamos la primera colección, fue todo muy fácil y cada año van creciendo las ventas”. ¡Toma ya!
Desde que comenzaron, se focalizaron mucho en contract, hoteles y restaurantes. “Y, te digo una cosa: lidiar con gente creativa es lo que más me gusta de mi trabajo”, reconoce Albert, riendo con los pies en la piscina de Dorado.
“Lo que me encanta de Diego es su punto de espontaneidad. Trabajar con él es hacerlo de un modo muy dinámico y divertido. Un match así no pasa habitualmente”, se despide como un personaje más de la comedia “El parasol” (1965).