Una sastrería del diseño
Por Pablo Sierra
Andrea Spada y Michele Corbani son las dos mentes que han imaginado y convertido en realidad el diseño de los hoteles que forman parte de Concept Hotel Group. Estos dos italianos se establecieron durante su juventud en España –Andrea vive en Madrid y Michele, en Pamplona–, y no han dejado de crear espacios como restaurantes, oficinas, establecimientos comerciales, zonas públicas o viviendas particulares. Hablamos con Andrea para saber cómo es el día a día de Ilmiodesign, el nombre que eligieron para su empresa cuando la fundaron hace diez años.
P: Italia es la cuna del arte. ¿Creéis que el diseño forma parte de vuestro carácter como país?
R: Siendo de Monza, una ciudad muy cercana a Milán y
cuna de la fabricación del mueble, algo se te queda dentro desde pequeño. Todavía me acuerdo cuando con doce años nos llevaron a ver la fábrica de Zanotta, una empresa mundial a nivel de fabricación y diseño de mobiliario. Los italianos, en general, tienen interiorizado el concepto del diseño. Recuerdo que mi familia se llevaba de vacaciones
la radio Cubo que diseñó Marco Zanuso para la firma Brionvega: ahora es un objeto de diseño, pero entonces era un aparato de uso cuotidiano.
P: He leído que Michele y tú os conocisteis estando de Erasmus en Salamanca. ¿Supisteis entonces que os ibais a asociar a nivel creativo?
R: El Politécnico de Milán tuvo la buena idea de enviar
solamente a cinco estudiantes a la facultad de Bellas Artes de Salamanca y allí nos conocimos Michele y yo. En aquel momento de felicidad y juventud todavía no nos imaginábamos que un día seríamos buenos profesionales y, además, socios. La idea surgió cuando volvimos a España para trabajar. Después de madurar en varios estudios de Madrid decidimos fundar nuestra propia empresa. Nuestro nombre, Ilmiodesign, era un grito para decir que por fin diseñábamos proyectos que firmaríamos nosotros mismos.
P: ¿Diseñar el interior de un hotel, unas oficinas o una vivienda es contar una historia?
R: Sí. Sin embargo, los diseñadores siempre necesitamos
un buen cliente al otro lado, alguien que nos transmita lo que quiere, sus inquietudes y deseos. Nos consideramos una sastrería del diseño donde cosemos trajes a medida para
nuestros clientes. Ni Michele ni yo queremos (aunque surgiera la posibilidad) convertirnos en una tienda de prêt-à-porter.
P: ¿Cuáles son los pasos que se dan en el proceso de creación?
R: Después de la toma de contacto con el cliente, conocer el espacio in situ nos ayuda muchísimo. El siguiente paso es sentarnos alrededor de un plano y confrontar las visiones que cada uno tiene del proyecto. Después de una primera fase donde solemos acabar discutiendo, un proceso casi natural que demuestra cuánto nos interesa el proyecto y la emoción de desarrollar algo nuevo, dejamos reposar las ideas para volver a reunirnos un día después. Así se empieza a cocer un boceto que, del papel, se trasladará a la realidad.
P: ¿El mobiliario lo diseñáis siempre vosotros o peináis el mercado hasta dar con la pieza perfecta?
R: Nos gusta bastante diseñar piezas porque pensamos que es una forma de dar exclusividad a nuestro trabajo con pequeños detalles y diferenciarnos de otros proyectos. Pero, al mismo tiempo, no nos perdemos el Salone del Mobile de Milán para captar las ultimas novedades y trasladarlas a nuestros proyectos antes que los demás.
P: ¿Los proyectos de los hoteles –y las oficinas del grupo– se han ido gestando uno por uno o, a partir de Santos, ya trazáis unas líneas generales que, independientemente del carácter propio de cada hotel, definen la personalidad de la cadena?
R: Cada vez que desarrollamos una idea para Concept es una aventura nueva y especial. La historia que nos cuentan es siempre diferente, fascinante y estimulante. Nos gusta que nos pidan cambiar el chip en el diseño de cada hotel. Es un gran desafío personal y nos da la posibilidad de investigar nuevas tendencias hoteleras. Además, Ibiza nos encanta sobre todo en invierno cuando vamos un par de días para ver las obras. Es una isla silenciosa, relajada. Para alguien que vive en una ciudad un paseo por la playa vale mucho.
P: Acabáis de estar en Nueva York por motivos de trabajo.
¿Qué os inspira la que, para muchos, sigue siendo la ciudad más famosa del planeta?
R: Nueva York es una ciudad mítica como pocas en el mundo.
En nuestro último viaje hemos visitado una veintena de hoteles, todos interesantes. Se invierte mucho en diseño y los resultados son asombrosos. Allí, los mejores profesionales de nuestro sector compiten para sacar adelante sus propias ideas. Nosotros también estamos cerca de conseguirlo.