MUSIC LEGENDS IN IBIZA
De charla con Carlos Martorell
Por Laura Martínez
Si vives en Ibiza o has pasado en la Isla el tiempo suficiente para comer una ensalada payesa en Can’Anneta y comprarte un cinturón en Pedro’s, habrás oído cosas como “En los 60 esto era mucho mejor”, “Kate Moss estuvo de esta en Rock Nights y nos dimos un pico”, “yo estuve en el 40 cumpleaños de Freddy Mercury” y un largo etcétera de frases entre lo cotidiano y lo irreal que dan muchísima envidia. Pues bien, uno de los especialistas en los añorados 60, 70 y 80 en la Isla –y fuera de ella- es Carlos Martorell; estandarte de la Ibiza hippie de paseos a caballo en bolas y estas donde se juntaban el hijo del jardinero y Mick Jagger tan a gusto. Vivió de cerca Studio 54 en sus años en Nueva York, donde fotografió a Grace Jones a puerta cerrada. Ella le dijo “I need Something for my head” y Carlos le llevó un sombrero. Sospecho que no era eso lo que necesitaba pero fuera como fuere, a quienes no vivimos aquellos años nos gusta pensar que todo esto no se ha esfumado del todo y nos encanta escuchar esas historias como si hubieran sucedido ayer.
Cuando le pregunto a Carlos si cree que entonces la gente sabía divertirse mejor no lo duda ni un poco: “Por supuesto. Con las cosas más simples nos lo pasábamos en grande; yo tuve una casa durante 35 años sin agua ni electricidad para pasar los veranos y siempre había alguien cantando y bailando. Colgábamos en las puertas una libreta y un boli para dejar mensajes, era el whatsapp hippie porque no había móviles”.
Carlos Martorell organizaba las estas más exclusivas – no confundir con VIP- “término que sólo aplica a sus asistentes pero no a sus restricciones” aclara el RR.PP,
que no es nada partidario de ese tipo de separaciones: “En mis estas en Ku, Amnesia y Pacha estaba todo el mundo mezclado y esa era la gracia. Sólo hacía falta ser atractivo y tener ganas de bailar. Me costaba mucho decir que no pero había que hacerlo porque no podía entrar todo el mundo. Nosotros queríamos que la gente lo pasara bien y estuviera a gusto, no se formaban tumultos y podías bailar libremente. Era fantástico”.
La música de entonces tenía otros protagonistas: Frank Zappa, Eric Clapton, Joni Mitchell, Bob Marley…este último vino a Ibiza por obra y gracia de Roger Midleton para actuar en la plaza de toros que había cerca del puerto. “Recuerdo aquella noche perfectamente porque le pedí prestado su coche al marido de una íntima amiga mía que tenía un Range Rover negro con una franja dorada. Imagínate el cante que daba eso en Ibiza en aquel momento. Yo era muy naif y no sabía nada pero resultó que era un traficante americano de los gordos. El caso es que llevé a mi amiga al concierto pero no nos quedó más remedio que escucharlo
desde el coche, enfrente del camerino de Bob, porque su marido nos hizo prometer que no abandonaríamos el dichoso Range”. Carlos le había organizado a Marley una esta en Pacha a la que el jamaicano no pudo asistir porque estaba tan colocado que se fue directo al hotel a dormir la mona. Eso sí, la esta se hizo igualmente. Otro que tuvo una relació de amor con la Isla fue Mike Oldfield y hasta puso a Es Vedrá en la portada de su disco “Voyager” que resultó ser uno de los tostones más contundentes del pop pero ese es otro tema. El músico inglés adquirió una casita sobre el acantilado de Es Cubells -de la que se deshizo por la inestabilidad de la zona- y más tarde se la colocó a Noel Gallager, quien también acabó vendiéndola con una excusa mucho más plausible: Negarse a ser vecino de James Blunt.
La Isla acogía conciertos que hicieron historia; uno de ellos fue el de James Brown, a quien Carlos tuvo la suerte de conocer: “Brown venía a cantar a Ku y llegaba tarde. Yo iba en el mismo avión y como había organizado el Funeral por el Mediterráneo –una fiesta que reivindicaba el exceso de plásticos en las playas de Ibiza- conocía al dedillo la discoteca. Así que le describí cómo era el escenario y le hice un croquis detallado. Y por supuesto tengo que hacer mención a la presentación en Ku del himno de Barcelona ’92 que organizó Pino Sagliocco, interpretada por Freddy Mercury y Montserrat Caballé, que fue espectacular. Después seguimos con una fiesta en Pikes”
En los últimos años, Ibiza ha experimentado el boom comercial de la música electrónica que la ha colocado en el mapa a nivel mundial y eso ha dejado cosas buenas y otras no tanto. Entre estas últimas está la falta de variedad. Más música en vivo. Más bandas. Más cantautores. España tiene demasiado talento para no darlo a conocer como dios manda por eso en Concept estamos muy comprometidos con la música en vivo y nuestro ciclo Dorado Live Shows trae cada año a lo mejor del panorama indie y rock del panorama nacional e internacional. El éxito que ha tenido pide a gritos más acciones de este tipo. “Ibiza necesita volver a su esencia en ese sentido. A partir de los 90 la cosa se desvirtuó a favor del negocio; tanto el tipo de música como las drogas de diseño y el tamaño descomunal de los locales que hay ahora lo propician en detrimento de esa esencia. Faltan más locales como el KM5 donde podías ver música en directo, El Naif que yo mismo inauguré con Elle McPherson, Mick Jagger…
Recuerdo que nos quisieron echar muy temprano aquella noche. Eran solo las 12 y alguien con mucha envidia nos denunció a la policía por el ruido pero yo no estaba dispuesto a echar el cierre así que me camelé al capitán de la policía presentándole a Mick, se quedó fascinado y lo siguiente que escuché fue: ¡Que siga la fiesta, Martorell!”
Pues eso, que siga la fiesta y la música, por favor.