Elena Ruiz, el nombre propio del arte contemporáneo en Ibiza
Por Laura Martinez
Fotos: Maria Andreu
Tener una conversación con esta mujer debería ser obligatorio. Elena Ruiz es castellana pero la paz que emana sólo puede ser ibicenca.
La directora del Museo de Arte Contemporáneo de Ibiza es una mujer con muchísima personalidad, que llegó a esta Isla para poner orden en el panorama artístico de la zona. Con 30 años ya era directora del MACE (yo tengo la misma edad y no dirijo ni mi cuenta de Netflix) al que llegó casi sin entender de qué iba el tema y reconoce que aprendió a dirigir el cotarro a marchas forzadas. Por si fuera poco, también gestiona el museo Puget y la casa museo Broner, en Sa Penya.
¿Cómo ha acabado una soriana dirigiendo el museo de arte contemporáneo de Ibiza?
Pues mira, me enamoré de uno que estaba aquí. Y en algo tenía que trabajar (risas) estuve un tiempo dando clases y en el año 90 salieron unas bases para una oposición y la saqué. El museo llevaba cerrado desde el 84 y yo no tenía experiencia, con 30 años imagínate…no estaba preparada para la realidad de la vida. Fue muy duro pero aprendí muchísimo.
Y tu amor por el arte, ¿de dónde viene?
Mis padres tenían un gran amor por Soria. Eran una pareja muy cómplice y en mi casa, cuando mis hermanos y yo éramos pequeños, los fines de semana se preparaba una cesta con filetes empanaos y un caldo metido en un termo y nos íbamos a investigar. Recorríamos los palacios de los pueblos, del S.XIX, torres de defensa de la época medieval, los puentes romanos…íbamos con mapas para situarnos topográficamente y sacábamos fotos. De todo aquello mi padre publicaba artículos en la revista Celtiberia. El arte siempre ha formado parte de mi vida cotidiana, pero fue un viaje a Toledo con 14 años lo que hizo click en mi cabeza y por lo que decidí estudiar arte.
¿Qué fue lo más duro de tu andadura al frente del museo?
La realidad en un cargo público que depende de una institución política como es el ayuntamiento, es que chocas con un muro. Cuando eres jóven y te sobra la energía quieres hacer grandes cosas que se encuentran con presupuestos que no hay (risas). Tenía que poner en marcha un museo, sin experiencia y sin ayuda, pero siempre salen personas maravillosas con las que creas sinergias y relaciones que duran toda la vida. Fui aprendiendo a manejarme con lo que tengo y con mucho trabajo, al final, conseguí mi objetivo: El museo que tenemos ahora.
No contenta con eso, después abriste el museo Puget y en 2011, la casa del arquitecto y pintor Edwin Broner, que hoy es una casa museo. ¿Cómo surgió eso?
Gisela Broner, la viuda de Edwin, vivía en la casa y era muy mayor. Quiero que vayas a verla porque te vas a caer de espaldas de lo bonita que es. El caso es que entonces Sa Penya se había convertido en un barrio marginal y ella tenía la casa bunkerizada porque tenía miedo de que entrasen. Gisela no tenía medios para vivir sola pero no se quería ir de su casa. Entonces ideamos un plan: Nosotros le comprábamos cuadros y el dinero que sacábamos, lo gestionaba asuntos sociales para que ella pudiera tener un cuidado médico
las 24 horas del día. Murió digna y muy agradecida con nosotros.
Le prometí que haríamos un museo en la casa, que se conserva fantásticamente. En ella había muchas fotos en los 60 que nos sirvieron para recrear todo tal cual estaba en aquella época. Yo misma hice todo el plan museológico y con el arquitecto municipal de entonces, Ramón Ollé, lo pusimos en marcha.
De todas las exposiciones que has hecho en el MACE, cuáles recuerdas con más cariño y cuáles se te han quedado en el tintero?
Siempre he intentado reunir artistas internacionales que tuvieran relación con Ibiza o al menos, que tuvieran los valores de Ibiza. Valores plásticos como la luz o el bagaje histórico. Recuerdo la exposición conjunta de Douglas Gordon y Tobias Rehberger “after the after” una visión crítica sobre las nuevas formas de ocio ibicenco. Fue muy divertido porque aquello se convirtió en una performance. Me tenían yendo por todas partes buscando grifos de cerveza y un montón de cosas raras que sólo cobraban sentido viendo la exposición. Se me quedó una espinita clavada con James Turrell, uno de mis artistas totémicos, por razones puramente económicas.
En 2018, Concept Hotel Group abrió las puertas de Paradiso Art Hotel, que cuenta con una galería, exposiciones rotativas en el lobby, las habitaciones están dedicadas a un artista distinto. ¿Qué te parece esto de llevar el arte a la experiencia turística?
Me parece estupendo y muy enriquecedor. Es muy importante que otros sectores acerquen el arte a la gente, además sirve para buscar un tipo de cliente específico.
Warhol decía que el arte es aquello con lo que puedes salirte con la tuya, para Elena Ruiz, ¿qué es el arte?
Es un misterio. Es algo que te saca del mundo real y te pone en contacto con algo que es puramente espiritual. Una obra de arte, te tumba. Te sacude. Es una experiencia conmovedora. Profundamente divina y humana a su vez.